Esta semana quiero invitaros a que os deis una vuelta por Rivas-Vaciamadrid, un municipio en la zona sureste de la capital, a las afueras. Allí “en el centro cívico” de Covibar podéis encontrar la escultura de la cabecera.
En ella podemos contar trece bustos, que representan a las trece jóvenes que fueron fusiladas debido a las represalias políticas de la dictadura franquista. Seguro que las conocéis si os digo que son las Trece Rosas.
El 17 de Julio de 1936 España sufrió un golpe de Estado a manos de parte del ejército, esto llevaría al país a una guerra civil que duraría hasta el 1 abril de 1939.
Si bien es cierto que una guerra nunca es buena opción, nuestro país quizá padeció una de las peores, pues fue una guerra de hermanos. Familias, pueblos, ciudades… divididos entre los dos bandos, donde los vecinos, las gentes de toda la vida, se denunciaban unos a otros, se mataban unos a otros.
La conclusión que debemos sacar es que en una guerra o matas o te matan y que durante el conflicto nadie gana, solo se pierde. El tener interiorizado el sonido de los bombardeos, el pensar que no tienes qué comer, que si al volver a casa… habrá una casa a la que volver, un ser querido al que abrazar… LA GUERRA, ese penoso invento del ser humano.
Ahora podemos situarnos en la España de 1939, con una posguerra cruel. El vencedor del conflicto fue el bando nacional, con Francisco Franco a la cabeza. Mientras tomaba posesión y reorganizaba lo que era la nueva España, la gente que no era afín al régimen sólo tenía dos opciones, exiliarse o esconderse. De los que decidieron no escapar o no pudieron muchos fueron denunciados, por un pasado rojo, posicionarse contra el régimen o, en muchos casos, por venganza o envida.
Entre los delatados se encuentran nuestras protagonistas, las Trece Rosas. Estas muchachas con trabajo, familia, expectativas…y su futuro de repente se vio truncado. Muchas de ellas habían pertenecido al grupo de las Juventudes Socialistas, otras se habían situado del bando republicano, ya fuese durante republica o en la posguerra.
Me gustaría destacar la persona de una de ellas, Blanca Brisac. Esta joven era de pensamiento conservador, tradicionalista y católica. Quien la delató, porque… no parece el prototipo de persona que se situase contra el regimen. Quizá tuvo la mala suerte de ayudar a quien no debía y pagó las consecuencias…
Todas acabaron detenidas en la cárcel de Ventas y, mientras pasaban allí sus días, se cometió un triple asesinato en la ciudad de Talavera. Las víctimas fueron el comandante de la guardia civil Gabaldón, su hija menor de edad y su chofer. Los asesino, un grupo de tres jóvenes.
Este asesinato desencadenó las represalias de la dictadura. Se condenaría a nuestras jóvenes protagonistas y a otros 43 muchachos a la pena de muerte. Entre ellos estaban aquellos que habían cometido el crimen del comandante de la guardia civil. El motivo era su adhesión a la rebelión. Serían fusilados en las tapias del cementerio de la Almudena la noche del 5 de Agosto de 1939.
Ellas fueron:
- Julia Conesa
- Blanca Brisac
- Carmen Barrero
- Martina Barroso
- Luisa Rodriguez
- Elena Gil
- Pilar Bueno
- Adelina Garcia
- Virtudes Gonzalez
- Ana Lopez
- Joaquina Lopez
- Victoria Muñoz
- Dionisia Manzanero
Un último busto, el de la conocida como la rosa número 14. Además de las trece chicas mencionadas hubo una más, Antonia Torre Yela, que pertenecía al mismo grupo pero que fue fusilada unos meses después. El busto está creado con metralla de la Batalla del Jarama.
El autor de las esculturas es Goyo Salcedo y he de confesar que sobrecoge verla en directo y pensar en toda la historia que hay detrás.
Otra opción para conocer un poquito más de estas chicas es ver la película con el nombre “Las 13 Rosas” protagonizada por Marta Etura, Verónica Sanchez, Pilar López de Ayala…
Me gustaría acabar con una frase dicha por Julia Conesa, una de nuestras flores…
Que mi nombre no se borre de la historia.
Espero que hayamos aprendido de nuestra historia, que no la repitamos y que simplemente seamos capaces de ser mejores.
Fuentes
E. Bennet
Se considera de otra época, por eso se mueve bien entre la historia. Inquieta por naturaleza le gusta mirar más allá y encontrar el por qué de las cosas. Su talón de Aquiles… el chocolate.