Cella Vinaria Veral de Vallmora, un ejemplo de arqueología experimental y musealización
- Genís Moreno Fernández
- 25 julio 2022
El yacimiento del Veral de Vallmora se encuentra en el municipio de Teià, a unos 30 minutos de Barcelona, junto a la salida 86 de la C-32. El lugar presenta una interesante reconstrucción de dos prensas de viga, diversos laci y un almacén de dolia. Junto a la representación, al otro lado de la calle, nos encontramos el museo, donde nos hablan de la producción del vino en periodo romano, la esclavitud y las relaciones sociales, dada la aparición de un signaculum con el nombre de un esclavo, Epictetus, y su dueño, Lucius Pedanius Clemens.
Las excavaciones
La historia del yacimiento comienza en 1966, cuando es descubierto por Lluís Galera, quien realiza las intervenciones iniciales. Dichas excavaciones se llevan a cabo en dos etapas, 1966-67 y 1972-73. Gracias a estos trabajos, se exhuman diversos silos, muros y pavimentos, todos ellos de entre el II a.C. y el IV d.C. Sin embargo, las primeras intervenciones en profundidad, se producen en mayo y junio de 1999, a consecuencia del proyecto urbanístico en la zona. Merced de estas labores se identifican dos zonas distintas. Al sudeste, en el nivel inferior, las prospecciones permiten hallar diversos silos amortizados del siglo IV d.C. La prospección al oeste de la otra, en el nivel superior, permite documentar diversas fases entre los siglos I a.C. y IV d.C. A partir de los restos se identifica como un enclave productor de vino, cuyo pleno funcionamiento se produce durante el siglo I d.C. (Martín i Oliveras et al, 2007, p. 197). Los restos son cubiertos y en 2001 el ayuntamiento los declara Bien de interés local. En 2003 se inicia el proyecto Cella vinaria, que implicará el desarrollo de una serie de trabajos (2003-2005) para delimitar la ocupación y, después, el excavado en extensión. La idea última consistía en la musealización de estos espacios vitivinícolas, una industria muy vinculada a la zona (D.O. de Alella). Gracias a estos trabajos se localizan diversas estructuras desconocidas hasta entonces. Las excavaciones aún continúan, habiéndose encontrado restos de un templete con un lar y de un horno probablemente cerámico el año pasado (2021).
Cronología, organización general del yacimiento y fases
Cronología de uso
El yacimiento tiene una larga cronología de ocupación y uso. Las instalaciones fueron utilizadas, de una u otra forma, desde el siglo II a.C. hasta el VII d.C. según se extrae de los restos. Se estiman entre 5 (Peña, 2010) y 6 fases de ocupación (Martín Oliveras et alii, 2007), pero la producción de vino a pleno rendimiento se da entre los siglos I a III d.C.
Organización general del yacimiento
En el yacimiento original, las estancias se organizaban en torno a un gran patio central rodeado de tres alas abiertas. Los cultivos de viñas en los siglos posteriores han provocado un gran arrasamiento de las estructuras, pero las ubicadas al norte (terrazas 1 y 2) han logrado llegar hasta nuestros días. El desarrollo a diferentes alturas se plantea en torno a cuatro terrazas, en las que se ubican los diversos ámbitos de forma escalonada, buscando adaptarse a la topografía mientras el patio central actúa como espacio de almacenaje a cielo abierto con dolia defossa. Entre las estructuras documentadas aparecen tres torcularia con 2 prensas de viga cada una, aunque solo dos de las salas funcionaron simultáneamente. La mayoría de prensas identificadas lo han sido gracias a los anclajes y las fosas para la maquinaria de maniobra (Martín i Oliveras y Bayés Colomer, 2009).
Respecto a las estancias ubicadas al sur y al este el arrasamiento que se percibe de norte a sur, provoca que solo se conserven parcialmente aquellas estructuras excavadas directamente o localizadas a una cota inferior por el cambio de terraza o la pendiente (Martín i Oliveras et alii, 2007). También se han identificado posibles restos de trabajo metalúrgico e incluso un horno para cerámica (Busquets et alii, 2013). Todo ello formaría parte de un mismo conjunto integrado en torno a ese espacio abierto central.
Las fases
Las seis fases de ocupación con sus tres momentos constructivos serían (Martín i Oliveras, 2007):
- Inicio de la ocupación en torno al siglo II a.C. Llega hasta la primera mitad del I a.C. De esta fase se documentan solo algunos materiales presentes en los estratos de amortización y relleno de recortes que podrían haber sido fosas para la extracción de arcilla. En las mismas aparecen restos de cerámica gris común e ibérica, campaniense A, ánforas itálicas, ebusopúnicas…
- Abarca de la mitad del siglo I a.C. a la primera mitad del I d.C. correspondiendo a la primera fase constructiva. Entre los espacios documentados aparecen un muro en la terraza 0, una habitación rectangular en T3 modificada en torno al 30 a.C. y un depósito aparentemente aislado en T4. En la habitación de la terraza 3 se documentan dos hornos de planta circular, tal vez para cocer pan. Estos presentan factura de obra y cámaras de combustión excavadas. Uno de ellos presenta una solera de parrilla a base de fragmentos de cerámica de grandes contenedores y material constructivo (imbrices y tegulae). En torno al 40 a.C. se amortiza uno de los hornos y a mitad del siglo I d.C. se abandona la estructura habitacional. El depósito de la terraza 4 pervive con sus dos escalones hasta el mediados del siglo I d.C. cuando es amortizado.
- Corresponde al periodo entre la mitad del siglo I d.C. y la del II d.C. Presenta dos etapas, en la primera se construye el complejo vitivinícola, con un mínimo de dos salas de prensado de dimensiones parejas (salas este y oeste) con dos prensas cada una de entre 4,5 y 5,5 metros de praela y sus respectivos laci de recepción. También se plantean la existencia de salas de almacenaje en dolia defossa coincidiendo con un boom productivo entre el 40 y el 70 d.C. La segunda etapa es ya de época flavia y antonina, momento al que pertenece el signaculum de Epictetus y Lucio Pedanio Clemens aparecido.
- A partir de aproximadamente el 150 d.C. se inicia esta etapa de reformas generales. Se modifica la estructura funcional del complejo. Abarca de la mitad del siglo II d.C. al primer cuarto del siglo IV. A raíz del hundimiento de uno de los depósitos en la sala de prensado occidental se reforma toda la sala. Esta sala es amortizada hacia el 325 y se construye la gran sala de prensado de la terraza superior (Torcularium 2).
- Se inicia hacia el 325 y llega hasta el último cuarto del siglo IV, con dos momentos, uno del 325 al 350 en que se reforma las areae, pavimentos y sistemas de maniobra del Torcularium superior y el segundo, del 350 al 375, en que se podría haber realizado una reforma del sistema de torno de la prensa oriental y se construye una estructura cuadrangular en piedra para ubicar el contrapeso, también se amortizan los silos ubicados al este.
- Esta fase consiste en el abandono y expolio de las estructuras, habiéndose desmantelado las prensas desde inicios de siglo V d.C. (375-425)
- La última etapa corresponde a los siglos VI y VII. Se trata de una frecuentación y reocupación parcial, con reutilización de material, se excavan silos en las dependencias anexas orientales y se dan enterramientos en fosa.
Los espacios productivos
El torcularium occidental
El Torcularium se ubica en el sector más occidental. Esta estancia se construye hacia la primera mitad del siglo I d.C. (40-30 a.C.) y está en uso hasta la segunda mitad del siglo II d.C. Al lado de estas salas de prensado se ubica un lacus vinarius con una cañería de desagüe en plomo que conduce a un nivel inferior donde se registran cuatro dolia defossa. En el interior de la tubería se han encontrado restos de vino tinto. Estos cuatro dolia son los que se ven semireconstruidos en la imagen, junto al lacus mencionado.
Este espacio productivo de 30 m2 se estructura en torno a dos prensas de viga con sendos praela de entre 4,5 y 5,5 m cada uno. Para estos mecanismos se realizan dos recortes cuadrados en la esquina inferior de la sala, tal vez para acoger los encajes de los sistemas de maniobra, mientras la cabeza del praelum iría encastada directamente en el muro ubicado al norte. Este último actúa además como muro de contención para el aterrazamiento superior. Además de las prensas se documenta un lacus de 5,35 metros de largo, por 1,35 de ancho y 0,7 de profundo con una capacidad de alrededor 5000 litros (10 cullei o 193 ánforas).
El abandono de esta sala se produce a finales de la primera mitad del siglo II d.C. cuando se rompe el lacus al hundirse el terreno de por si inestable. En su funcionamiento se detectan dos etapas de intensificación productiva, una entre el 40 y el 70 y la otra del 70 al 150.
El torcularium superior
En la imagen de cabecera vemos la reconstrucción de las prensas del Torcularium 2 o superior, construido tras el citado colapso del lacus hacia mitad del segundo siglo. Aprovechando este hecho se realizan una serie de reformas generales que incluirán la construcción de la sala. En esta también se construirán dos prensas de viga en funcionamiento hasta finales del siglo III, aunque una de ellas seguirá parcialmente hasta finales del siglo IV o inicios del V, pues a la mitad del mismo ya aparece abandonada. Estas son las dos prensas que se han musealizado, a partir de diversos análisis y cálculos. Para profundizar en estos aspectos, es interesante la diversa bibliografía de Antoni Martín i Oliveras.
Mediante la construcción de este segundo espacio de 65m2 se duplica la capacidad productiva del centro. Las dos prensas gemelas presentan unos praela de entre 8 y 9 metros de longitud pudiendo llegar a tener un peso de casi 3 toneladas. Hacia el fin de su funcionamiento se construirá un muro que las separa, aunque podría haber sido una banqueta de trabajo. En esta sala se han documentado tanto las areae como las fosas posiblemente destinadas a acoger los stipites.
Las areae consisten en dos grandes circunferencias de 2,1 metros de diámetro interno y 3,46 m2 de superficie con una canalización externa 0,15 metros de ancho el de la prensa 1. La de la prensa 2 es un poco mayor, con un diámetro interno de 2,4m una superficie de 4,52 m2 y 0,20 m de la canalización externa de media luna (Martín i Oliveras y Bayés Colomer, 2009). En este caso vemos en la imagen donde iría el cargo para ejercer la presión, usando un sistema de cuerdas enrolladas, por ejemplo, tal y como la restitución revela.
Las citadas areae estarían conectadas mediante otro canalón con un depósito ubicado al oeste, de 8 metros por 1,87 de ancho y 0,9 de profundo, con una capacidad aproximada de 13500 litros (26 cullei o 520 ánforas).
En cuanto a los sistemas de encaje se documentan sendas fosas con unas medidas de 2 metros de lado por 2 de profundo. Para una de las prensas se localizan en el interior 6 piedras alineadas en dos hileras de 3, tal vez nivelando el fondo, usando un sistema que podría ser autóctono del área layetana o la tarraconense. Sobre estas piedras se ubicaría una reja de madera a la que se fijaría el sistema de torsión, rellenando la fosa con mortero o tierra pisada. Mediante este mecanismo se ahorraban la piedra del contrapeso. La interpretación de este sistema ha permitido identificar otros similares como tal vez en el Morè, aunque se pueden considerar paralelos por lo menos 13 yacimientos en la Laietania y 2 en el Ager tarraconensis. En la otra oquedad aparecerían dos piedras en posición primaria y algunas rodeándolas en secundaria.
Además de estos espacios de prensado aparecen otros dos que podrían interpretarse como calcatoria al norte de la sala. Uno se localiza al oeste. El otro, al este, presenta en su interior dos soportes cuadrados, encastados en el pavimento, tal vez para ubicar un sistema de maderas conocido en Cataluña como Brescat.
Junto a estas estancias se han encontrado al este los restos de unas dependencias anexas de uso desconocido, aunque se han documentado restos de hogares, por lo que podría tratarse de estructuras residenciales o de cocido del mosto (cortinale). Estas habitaciones se reformarán pero seguirán en uso de un modo u otro hasta el final de la ocupación en el siglo V d.C. Cerca de esta estancia se documentan 6 silos, el mayor de los cuales con un relleno de restos de dolia, piedras, etc.
El torcularium oriental
El tercer espacio productivo corresponde al Torcularium 3 u oriental. Localizado en la terraza 2, al este del complejo, parece ser un reflejo del Torcularium 1. Las medidas rondan los 30 m2. En el mismo se ha documentado la presencia de dos recortes para las piedras o fora que actuarían como soporte de los arbores. La viga tendría unas medidas de en torno a 5,5m.
Las cellae vinariae y los dolia
En cuanto a las cellae vinariae tenemos una en el extremo este del complejo, de aproximadamente 106 m2 y que actúa como límite en esa dirección. A medida que se va reformando se compartimenta por poniente, reduciendo la superficie de almacenaje de forma sucesiva. En su interior se documentan varios fondos de dolia defossa alineados, en los que se hacen evidentes una serie de superposiciones que alteran el nivel de circulación. Los de las primeras fases están excavados directamente en la roca y sus huellas son apreciables donde no ha sido obliterado el conjunto al reintegrarse la estancia. Al este de la sala constan las improntas de 6 dolia enteras, ubicadas in situ, de esta primera etapa. En cambio en el sector noreste se conserva parte del pavimento hidráulico al que se le calcula una capacidad estimada de 12 a 24 dolia. Esta cella estaría cubierta según señala la presencia de tres bases circulares de obra que soportarían la citada cubierta. La cronología de su funcionamiento apuntan a un uso desde el siglo I al IV d.C.
Contemporánea a esta sería la Gran cella vinaria de la terraza intermedia. Este espacio aparece lleno de dolia alineadas y a cielo abierto. En torno al patio se organizan las estancias y estructuras del Veral. Esta terraza se estructura en dos alturas distintas donde se ubican las dolia: la primera hacia el oeste, a una cota inferior; la segunda, a una cota superior, al este. La diferencia de altitudes puede tener que ver con la pendiente del lugar (de este a oeste) o bien con las posibles superposiciones y reformas como en la Cella oriental. Más allá de estos datos no se ha podido obtener más información dado el estado de arrasamiento.
En esta misma sala, al este, se encuentra un recorte rectangular que podría ser una cisterna o balsa. En su interior apareció el signaculum de Epicteto y Lucio Pedanio Clemente y un sestercio de la etapa del emperador Trajano que ha permitido relacionar este centro productivo con la Gens Pedanii de Barcino y con un periodo concreto.
Otras estructuras documentadas en este yacimiento son las calcatoria. Junto a los citados en el Torcularium 2, hay un posible tercer calcatorium. Aparece en una estancia rectangular de aproximadamente unos 30m2 y en su pared norte se documenta un revestimiento hidráulico que indicaría un funcionamiento como espacio de pisado o como depósito. En su ángulo noroeste aparecen unas posibles escaleras que servirían para acceder al interior y facilitar o bien la limpieza o bien la extracción del mosto. La cronología que manejamos para su actividad oscila entre los siglos I y II d.C.
También encontramos un tercer lacus vinarius cuyas fechas irían del I a.C. al I d.C. Con una capacidad de aproximadamente 3900 litros, aparece totalmente excavado, lo que ha permitido su conservación. Presenta además 2 o 3 escalones de acceso y una cubeta de decantación para la limpieza. En los sedimentos de relleno han aparecido restos de pintura mural, los únicos de todo el yacimiento. Esto da dos posibles interpretaciones. O bien existiría un área residencial no descubierta aun, o bien pudiera ser una estancia más o menos decorada para las visitas del propietario, comerciantes, etc que serviría de espacio de representación en el centro productivo.
En las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en 2004 apareció un horno cuadrangular, de 3 metros por 2,65, superficie de parrilla y la totalidad de la cámara de combustión, que tal vez podría relacionarse con la producción anfórica citada en paralelo a la 2a fase. Se localiza entre las terrazas 0 y 1 al norte de las salas de prensado (Martín i Oliveras et alii, 2007). Tal vez este horno pueda ponerse en relación con las producción de ánforas para el transporte del vino producido.
Otro hecho destacable es la aparición en la terraza 3, en el ámbito localizado a levante, de unas estructuras de combustión semicirculares tal vez vinculadas a una forja, dado que en los estratos paralelos han aparecido herramientas y grapas de plomo para reparación de dolia (Martín i Oliveras et alii, 2007).
En resumen, nos encontramos ante un centro productivo cuya producción principal será el vino durante la dinastía julio-claudia, flavia y antonina. Documentamos la presencia de tres salas de prensado con dos prensas cada una, con un uso simultáneo de solo dos, es decir, cuatro prensas. Dos de las salas presentan unas medidas similares, mientras la tercera, la superior, acoge dos prensas de casi el doble de longitud de viga, lo cual podría señalar una intensificación de la producción en torno a la segunda mitad del siglo I y la primera del II d.C. Esto contradice las teorías que defienden una crisis de la producción en esa etapa a partir del Edicto de Domiciano del 98 d.C.
La restitución y musealización del espacio arqueológico
El museo del Veral de Vallmora, nada más entrar, nos acoge con un plano que permite hacerse una idea de la extensión del yacimiento. Por encima de este, vemos la marquesina de la imagen, bajo la cual se han reconstruido las dos prensas de viga, una de tornillo y una de cabestrante. A la izquierda, al mismo nivel, dejamos por el momento, un espacio abierto donde veremos diversas réplicas de sistemas de cultivo de viñedo. Iniciando el ascenso, breve, podemos encontrar los restos de los laci y los cuatro dolia del torcularium occidental.
Por encima de este es cuando nos encontramos frente a las dos prensas, dos reconstrucciones impresionantes que han buscado imitar a partir de diversos cálculos justificados como serían este tipo de prensas. A diferencia de lo realizado en el Mas de Tourelles por Tchernia y Brun, aquí, por ahora, no se han usado las instalaciones para repetir el proceso productivo, aunque según me confirmaron en mi visita, la intención es, a la larga, intentarlo.
Desde las prensas podemos ver la terraza inferior, con los diversos espacios de almacenaje, los laci y el calcatoria o espacio de pisado. Para poder apreciar en más detalle las formas de almacenaje, se han reconstruido tanto un dolium exento como los mismos dolia defossa, tal y como se ve en las imágenes.
Continuando la marcha encontramos las réplicas de los restos óseos hallados en el interior de fosas y al fondo, los cultivos de viñedos imitando los sistemas romanos, según se ha deducido por Martín i Oliveras en otro de sus trabajos.
Al otro lado del yacimiento, tal y como mencionaba más arriba, nos encontramos con el centro de visitantes, donde un breve video nos cuenta como se producía el vino, como funcionaba la Cella Vinaria o quien era Epictetus, el esclavo del sigilum. No hay que pasar por alto en la instalación museística el peso de la idea de la esclavitud y los libertos. Si bien cuando pensamos en esclavos nos puede venir a la cabeza la imagen del esclavo africano cultivando algodón en los Estados Unidos del XVI al XIX, lo cierto es que esta institución era distinta en la antigüedad, aunque tampoco hay que romantizarlo. No obstante, es interesante ver como un negocio tan fructífero como el del vino laietano estaba en manos de las élites de Barcino (Pedanii) quienes dejaban en manos de sus esclavos (Epictetus) su gestión.
Para poder organizar la visita a este yacimiento, es importante reservar, dado que no está abierto todos los días, para ello hay que ponerse en contacto con el teléfono que aparece en esta web. Aprovechando la visita, además, se pueden realizar diversas actividades relacionadas con el enoturismo en esta zona de la DO Alella, como la visita a la Bodega Bouquet de Alella.
La visita merece la pena no solo por la propia musealización del espacio, que permite ver como serían estas prensas y los espacios añadidos, si no que en la visita podemos aprovechar para hacer una breve cata de vinos de la DO Alella, que engloba, en gran medida, lo que habría sido antaño la Laietania. Lejos quedan esos vinos de los actuales, sin embargo, la costa laietana está llena de lugares donde se produjo vino, desde la propia ciudad de Barcelona, hasta la villa dels Ametllers, en Tossa de Mar, ya fuera de territorio laietano, pasando por diversos yacimientos como Torre Llauder en Mataró, las domus bajo el museo de Badalona, Can Sans en Sant Andreu de Llavaneres o el Morer, en Sant Pol de Mar.
Fuentes
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Genís Moreno Fernández
Graduado en Geografía e Historia y Máster en Mediterráneo antiguo. Me gusta aprender cosas nuevas, sobre lo que sea. Adoro la historia antigua, sobre todo Roma y sus relaciones con la península Ibérica, la Tardoantigüedad, la Corona de Aragón en la Edad Media, la formación de las nacionalidades y los nacionalismos, el siglo XIX, la 1a guerra Mundial, la Guerra Fría y la Transición. Además, la arqueología, la filosofía, el arte, los idiomas... Lovecraft, la fantasía, el terror, las pesadillas y el goticismo.