El Berlín del nazismo

Esto es solo el preludio, en donde se queman libros, se queman al final también personas. Por Heinrich Heine

Hola de nuevo. Últimamente estoy inmersa en el libro Últimos días en Berlín de Paloma Sánchez-Garnica, finalista del premio Planeta 2021, y me ha hecho recordar cuando estuve allí de viaje. Ahora lo veo de una manera distinta, si paseara por sus calles me imaginaría las banderas con la cruz gamada colgando de los balcones.

Libro Últimos días en Berlín (foto propia)

Por eso os dejo unas pinceladas de lo que fue Berlín bajo el nazismo. Aún a día de hoy 77 años después todavía se ve la huella de los 12 años de nazismo que vivió la ciudad (1933-1945).

El comienzo de todo

Hitler empezó en la política en las cervecerías de Munich, allí se hizo un hueco, para después dar el siguiente paso, la capital. Esta decisión es muy curiosa, si leemos Mein Kamp, el propio führer se contradice en cuanto a Berlín. Sentía un amor-odio, deseaba tener su control pero a la vez criticaba lo que esta era en si. Aquí empezaría la Batalla por Berlín, sabía que era decisivo controlarla para dominar la nación.

Hitler viajó en distintas ocasiones a la capital, pero fue en 1922 cuando daría su primer discurso en la misma, en la sede del Club Nacional (actualmente Jakob-Kaise-Haus). Fue prácticamente ignorado, por eso, para ganar más adeptos, en 1926 instalaría la sede del partido nacionalsocialista en la Postdamer Strasse 109. Sería conocida como la cueva del Opio.

El 9 de Noviembre 1926, Goebbels sería nombrado Jefe de provincia y se instalaría en la sede. Desde aquí establecería la violencia como forma de manejo de la situación. Empezarían los altercados y peleas entre miembros de las SA y comunistas, judíos…. Se instauraron los desfiles para meter el miedo a la población berlinesa y la calle ya no era de los ciudadanos. Varios ejemplos son el boicot en la Sala Mozart (hoy el teatro Metropol y Club Goya), la provocación con el desfile de las SA ante la central del partido Comunista, el KPD en Búlowplatz (hoy en día Rosa-Luxemburg-Platz).

La capital se resistía a Hitler, aunque aumentaba el número de seguidores, principalmente en las zonas burguesas y de clase alta. Por último le terminarían votando las clases sociales, incluidos obrero y desempleados. La propaganda de Goebbels tenía efecto, ganaba votos y era capaz de mostrar al partido como la defensa de los ciudadanos ante los comunistas. Cambiarían en repetidas veces de lugar, primero en la Wilhelmplatz de Charlottenburg (hoy en día Richard-Wagner-Platz), luego Stadmitte en la Hedemannstrasse en Kreuzberg y después Voss Strasse 11. Todas serían destruidas por los aliados.

En el poder

Antes de alcanzar plenos poderes, Hitler fue presidente. Esto sucedió en 1933, supuestamente por una idea de Franz Von Papen que, desde su posición en el gobierno urdió un plan para que a Hitler se le cediese la cancillería del Reich. En teoría, Von Papen controlaría al Führer, y conseguiría aislarle, o esa es la versión que le vendió a Hindenburg, el presidente del Reich, la cual este rechazó.

Pero en la noche del 28 al 29 de enero de 1933 en la capital se propagó un rumor que lo cambiaría todo. Se decía que las fuerzas armadas impedirían que Hitler fuese nombrado canciller. Lo lograrían arrestando a Hindenburg y así impedirían que tuviese lugar el nombramiento. Estas habladurías, más la presión de Von Papen, provocarían que el presidente cediese, por eso el 30 de enero de 1933 Hitler fue nombrado jefe de Gobierno en el palacio de la cancilleria, en la Wilhemstrasse 77. El periódico Berliner Morgenpost llamaría a los ciudadanos a una desconfianza atenta, existía la duda de que el nuevo gobierno no cumpliese la constitución. La confusión estaba servida, además los comunistas atacarían a un cabecilla de las SA, pretexto que les serviría a los nazis para ir contra los rojos y su revolución. Hitler tenía muy claros los pasos y, el 3 de febrero, en las habitaciones del Bendlerlocks en el Tiergartenstrasse, anunciaría a las fuerzas armadas que Alemania ampliaría su territorio con las armas. Estaba clara su intención de ir a la GUERRA.

En Berlín empezaban a asentarse las SA y los camisas marrones. Pocas veces la policía intervendría para controlarles. Estos grupos detenían, interrogaban y torturaban a los ciudadanos que llevaban presos. Además, desde que el 28 de febrero de 1993 se incendiara el Reichstag había una regulación legal para los excesos de violencia, “el decreto del incendio del Reichstag“. El acontecimiento derivó en un estado de excepción de la ciudad, se suspendieron los derechos fundamentales de los ciudadanos e intensificó las penas para los supuestos o reales delitos políticos.

Estos grupos violentos crearían los campos de concentración salvajes que se usaban como sitios de tortura o cárceles. Ocurrió un trágico hecho, conocido como la semana sangrienta de Köpenick, un barrio de Berlín donde las SA tomaron represalias y mataron a unas 25 personas aproximadamente de manera muy cruel. La mayoría eran funcionarios de sindicatos, comunistas, socialdemócratas… A día de hoy en la cárcel de los juzgados de la Puchanstrabe se conmemora a las victimas. Tiempo después aparecerían los campos de concentración como tal, uno de los primeros fue el de Berlín, el de Oranienburg.

En marzo de 1933, Berlín ya era territorio conquistado por Hitler, a partir de aquí el objetivo sería el resto de Alemania. En ese mismo mes, el día 23 el führer decretó una ley de plenos poderes, el mando ya era todo suyo. A partir de aquí promulgaría leyes, prohibiría los partidos políticos….

Todos nazis

Los nazis querían que toda la población berlinesa estuviese de acuerdo con Hitler. ¿Cómo lo hicieron? Fácil, con la expulsión de los judíos, miembros de izquierdas y comunistas de puestos públicos, universidades…. Los sindicatos fueron eliminados y ocupados por los miembros de las SA, se sustituyeron por el Frente Alemán de Trabajo. Estas implementaciones siempre ocurrían en primer lugar en la capital. El resultado de todo esto se vería el 12 de Noviembre de 1933 en las elecciones, recibieron el 85,1% de los votos. Es importante indicar que las elecciones estaban manipuladas porque los sobres estaban numerados y eso facilitaba identificar a los dueños. Definitivamente la democracia había muerto en Alemania.

Por otro lado la prensa ayudaría con el lavado de cara del país, se amoldaba a lo que exigía el nuevo gobierno. No hubo ninguna excepción de medio de comunicación que escapara del gobierno. El que se negaba a colaborar era convencido en el menor tiempo posible, seguramente les harían ofertas que no podían rechazar.

Contra los judíos

Los judíos fueron atacados por mil motivos desde que los nazis llegaron al poder, pero el 18 de marzo de 1933 sería el primer ataque motivado por la raza. Fue un joven de 18 años llamado Siegbert Kindermann, el que al denunciar a las SA a la policía pagaría con su vida el intentar hacer justicia. Las victimas aumentarían, aunque de cara al exterior estos números se maquillarían para no llamar la atención de los vecinos.

El 1 de abril se impuso un boicot contra los comercios de los judíos. Se pegaron carteles e incluso los SA rondaban los comercios. En la capital no tuvo mucho éxito, por ello se comenzó también con el despido de todo tipo de judíos médicos, maestros….se les retiraron las becas y ayudas, se les prohibió la entrada a espacios públicos como las piscinas…

El siguiente acontecimiento que tuvo lugar para dejar claro que todo tenía que ser muy PRO-ALEMÁN fue el que se dio el 10 de mayo de 1933 en la Opernplatz, hoy en dia Bebelplatz, con la quema de libros que estaban en contra del régimen, como los de los libres pensadores, judíos, gente de izquierdas…

Esta persecución continuó con el pogromo de la noche del 9 al 10 de Noviembre de 1938. Las SA y juventudes hitlerianas tomaron las calles marchando por la ciudad rompiendo los cristales de las ventanas, escaparates, prendiendo fuego a las sinagogas, arrasando con las instituciones judías y maltratando a los ciudadanos. Fue la conocida como la NOCHE DE LOS CRISTALES ROTOS.

Esa noche se quemaron un tercio de sinagogas de Berlín, se destrozaron más de 1000 negocios y se mató a un elevado número de personas. En la capital, unos 12.000 judíos fueron llevados a campos de concentración. Si todo eso no era suficiente, los judíos además tuvieron que pagar un millar de marcos del Reich. Después con el pretexto de ser más Ario que nadie, se confiscaron bienes, propiedades…. se formarían grandes fortunas. El gobierno ganaba en estabilidad, ya que proporcionaba ganancias a la población y esta estaría de acuerdo con la política llevada a cabo.

La mayoría de los ciudadanos miraban hacia otro lado, ya fuese por afinidad o miedo. Los que reaccionaron como el teniente de policía Wilhelm Krützfeld, (el cual se enfrentó a los SA) lo pagarían. Él tuvo que jubilarse antes de tiempo. Nada ni nadie quedaba impune.

Las humillaciones hacia los judíos fueron incontables como el ir marcados como ganado con una estrella de David amarilla en la solapa superior y en la puerta de su vivienda. Su vida se fue complicando sin poder emigrar, con trabajos forzados en condiciones infrahumanas. Empezaron a ser trasladados a los Guetos el 18 de Octubre de 1941, allí serían arrinconados y controlados. Llegaban en trenes hacinados casi sin poder respirar. En la última época, estos trenes les trasladarían a los campos, probablemente sería su último viaje. Los trenes hacia los campos comenzaron en Berlín un 25 de noviembre de 1941, con destino cercano a la ciudad de Kaunas, donde fallecerían los primeros judíos berlineses. No pararían hasta el 27 de marzo de 1945, cuando el último tren de deportación Berlinés saldría de la estación.

Berlín aportaria más victimas que ninguna otra ciudad, no sólo judíos, también comunistas, socialdemócratas, gitanos, homosexuales, testigos de Jeová, asociales…y no nos podemos olvidar de las personas a las que se les aplicó el programa de eutanasia. En Berlín se construiría el de Sachsenhausen en Oranienburg, donde hubo unos 35000 presos. El último parte del 20 de abril de 1945 se declaró que hubo 36687 prisioneros. Hoy en día hay un centro conmemorativo con exposiciones

Para recordar el horror que fue la solución final de los nazis, tenemos en Berlín un monumento al sur de la puerta de Brandemburgo. Además, caminando por la ciudad se pueden encontrar los “adoquines del tropiezo” que son placas conmemorativas en las aceras donde pone el nombre de las víctimas de los nazis en las calles donde residían hasta que fueron apresados y posteriormente asesinados.

Los berlineses y el führer

Nos situamos en una Berlín sometida por los nazis, donde tenían que controlar a la gente. Los alemanes serían como una veleta con distintos cambios de actitud, primero críticas hacia los puestos cercanos a Hitler, no acatar el saludo nazi, no leer el libro de Mi lucha, la actitud de la gestapo…. Además, una parte de la sociedad berlinesa rechazaba la parte proletaria de las SA, pero al excluir a Rohm (jefe de las SA) y sus hombres en 1934, este problema quedó solucionado. La exclusión de Rohm fue un complot orquestado por las SS, la Gestapo… ya que el protagonismo e ideas de Rohm chocaban con la figura de Hitler. Aquellos que fuesen críticos, acabarían en las salas de tortura o en los campos de concentración,

Hitler queria estar cerca de los berlineses, por eso mandó construirse en 1935 un balcón en la cancillería. Desde ahí los saludaría, y sus fervientes seguidores tendrían la oportunidad de verle y de desfilar ante él en repetidas ocasiones como los juegos olímpicos de 1936, la visita de Musolini en 1937 o el 50 cumpleaños del führer en 1939.

Hitler quería a Berlín como la capital del mundo, para ello planificó una remodelación de la ciudad con edificaciones nuevas, como por ejemplo el edificio que se encontraba en Mitte para el Banco del Reich, el que se encontraba entre el canal de Spree y la Kurstrasse, que a día de hoy es el Ministerio de asuntos exteriores. También se modificó el Ministerio de Propaganda, la fachada que daba a Mauerstrasse está casi igual, se crearon las oficinas de la sede del Jefe de la Provincia, entre 1937-1938 en Friedrichshain. El Ministerio de Aviación, construido por Ernst Sagebiel que en la actualidad es el ministerio de Hacienda en la Wilhelmstrasse.

El ejército salió muy beneficiado ya que se le dio distintos edificios en distintos barrios de la capital como Tiergate, Zehlendorf, Spandau…. Como uno de los proyecto más importante fue el Estadio de los Juegos Olimpicos de 1936 con un estilo neoclásico, diseñado por Wener March.

Si repasamos lo construido vemos que tienen varios puntos en común como las águilas, las cruces gamadas y todo tipo de símbolo que hiciese referencia al nacionalsocialismo.

Albert Speer sería el arquitecto del reich, y propondría cambios en la organización de la ciudad como la creación de dos ejes que dividiesen la ciudad (Norte- Sur, y Este- Oseste). Aún en la actualidad permanece un fragmento del eje Este-Oeste, en el cruce de Theidir-Heuss-Platz por Ernstt-Reuter-Platz , la calle del 17 de junio y el Unter de Linden hasta el Schlossplatz.

Hitler anhelaba crear un gran arco del triunfo para celebrar las victorias en la guerra, y un gran pabellón de dimensiones estratosféricas, proyectoinviable debido a la falta de material y de mano de obra. Speer solo acabaría el proyecto de la Nueva Cancillería en la Vostrasse.

Todos los cambios requerían un espacio en la ciudad, y ¿Cómo lo consiguieron? Echando a los judíos de sus barrios y reedificando en esos lugares. Esto no sería ningún obstáculo gracias a “las leyes de Nuremberg” de 1935 que impedían a los judíos ganarse la vida y así confiscarles de manera forzosa todos sus bienes.

El Berlín de la guerra

El 1 de Septiembre de 1939 el mundo cambió para todos, había empezado la segunda guerra mundial. En Berlín los ciudadanos no estaban especialmente contentos pues la situación era complicada, aún así su vida no cambiaría demasiado, solamente de vez en cuando sonaba alguna alarma antiaérea qua hacía que tuviesen que refugiarse en los sótanos. La preocupación llegó a la ciudad cuando Inglaterra y Francia le declararon la guerra a Alemania pero por suerte para los berlineses, Polonia capituló rápido, aunque esto no levantó el ánimo debido al número de muertos y heridos que llegaban del frente.

Berlín vivía en una aparente normalidad, la ciudad no había sido bombardeada, los ciudadanos podían permitirse pensar que todo sucedía muy lejos de donde se encontraban. Poco a poco Alemania avanzaría hacia Dinamarca, Noruega…y por último, París, un 10 de mayo de 1940. Francia tardaría en capitular dos meses, tal hecho se produjo el 6 de Julio de 1940. Alemania lo celebraría en las calles, no había guerra pero sí fiesta.

En ese mismo año 1940, las bombas alcanzarían la capital, los británicos bombardearon Berlín. Por suerte los muertos fueron escasos, al contrario que la curiosidad de los ciudadanos por ver los destrozos causados.

Hitler estrenaría así el bunker de 1,6 metros de grosor que había mandado construirse, otros refugios como este se encontraban debajo del Ministerio del Aire y de la nueva Cancillería. La población podía refugiarse en los sótanos apuntalados, además de seguir todas la indicaciones de qué hacer en caso de ataque que Goebbels dejaba claras en su propaganda. A raíz del acercamiento de los británicos, Alemania empezó a construir refugios en condiciones para la población. Importante destacar los famosos torreones antiaéreos construidos en esa época, estos se encontraban en 3 parques de Berlín. Hoy en día podemos observar las ruinas del que estaba en humboldthain.

Las alarmas se convirtieron en algo cotidiano, los berlineses empezaban a pagar las consecuencias de la guerra con victimas civiles, destrucción de viviendas…también con los bombardeos arrasaron con centros culturales como la Catedral de Berlín en el Lustgarten y la isla de los Museos. En la primavera de 1941 Inglaterra atacó de manera más incipiente, el primer edificio que lo pagó fue la Opera Estatal, en Unter den Linden. Los ciudadanos empezaban a tener sentimientos encontrados por la guerra, porque aunque la capital seguía con su vida de ocio, cines y teatros, los aviones les recordaban la cruda realidad. Se notaba en el ambiente crispación, decaimiento, falta de sueño e incertidumbre de si al salir del refugio su casa seguiría donde la dejaron.

La resiliencia de la ciudadanía provocó la incorporación de la mujer al mundo laboral concretamente en las fábricas, aunque los puestos de mano de obra eran compartidos con los prisioneros de los campos de concentración.

Desde el 30 de Septiembre de 1941 al 15 de enero de 1943 Berlín volvería a su aparente normalidad, pues los ataques prácticamente cesaron y la vida de la población era la de siempre.

El fin de Berlín

El principio del fin comenzó con un bombardeo por parte de los aliados que iniciaría la destrucción de la ciudad, 251 bombarderos sin tregua sobrevolaron la capital. La RAF no daba tregua y los alemanes no podían hacerle frente. Los daños eran cuantiosos en las fábricas, hospitales, iglesias…. Aún así la población intentaba mantener la esperanza y la moral alta. El Partido daba alojamiento y alimentos a los afectados, así los malos de la película siempre serían los aliados.

En Noviembre de 1943 tendría lugar otro bombardeo que sumió a la capital en una especie de apocalipsis, durante 72 horas unos 1600 aviones surcaron el aire de la ciudad. Se destruyeron barrios, pero el resto de la ciudad se salvó gracias al diseño de calles anchas y de que no era una ciudad de estilo medieval, construida en madera.

En 1944 continuaban los bombardeos, el número de muertos ya era significativo, la moral decaía, falta de hogares, hambre…La ciudad a principios de 1945 estaba sumida en el más absoluto caos sin agua, electricidad, gas…el punto más cruel de la guerra había llegado a Berlín. El 3 de Febrero de 1945 se produjo el mayor ataque de la segunda Guerra Mundial, unos 1000 aviones fueron detectados en el radar de la inteligencia alemana, pero la derrota alemana sería llevada acabo por tierra. La medida que estaban tomando los altos cargos era la de preparar a la ciudad para una guerra de guerrillas, la lucha desde los edificios.

El ataque final comenzó el 16 de abril de 1945 y fue el más terrorífico de toda la guerra. En diez días los rusos habían cercado la ciudad. Los tanques soviéticos disparaban con el propósito de no dejar nada en pie, destruir por destruir. Al presentir el final, Hitler el 30 abril de 1945 se quitó la vida en el búnker que se había construido para él y su círculo más cercano en los años 1943-44. El 2 de mayo de 1945 capituló el último comandante en Berlín, el general Helmuth Weidling. El 4 de mayo de 1945 las armas se quedaron en silencio en la capital del Reich

La sed de venganza de las tropas victoriosas haría que los rusos por ejemplo violaran sin piedad y que las represalias contra las tropas fuese de una crueldad inimaginable, junto con los asesinatos que se produjeron a consecuencia de esta. Al caer Berlín se acabó el régimen más brutal de la historia en Europa. A la vez en 1945 tuvo lugar la liberación de los presos de los campos. El 8 de mayo de 1945 significó la capitulación de los habitantes de la parte Oeste de Alemania. En la parte ocupada por los rusos, el general Nikolaj Bersarin sería el encargado de la reconstrucción obligando a los berlineses a llevarla a cabo. Sería una Alemania en la que todo el poder estaría en manos comunistas, una vez más los berlineses no eran dueños de su propio destino.

El 1 de julio el primer comando del ejército americano llego a su sector de la ciudad. Los berlineses tenía muchas ganas de normalidad, de hecho se abrieron los cafés y las mujeres lucían sus mejores galas, pero nada más lejos de la realidad, otra guerra comenzaba en el horizonte, la famosa GUERRA FRIA

Nos seguimos escribiendo 😉

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