Afrodita… ¿me hizo trans?

En el siglo V a.C. Heródoto decidió escribir sus Historias, un texto donde nos cuenta cómo se desarrollaron las guerras que enfrentaron a griegos y bárbaros en general y, sobre todo, a los persas en las Guerras Médicas. Claro que el de Halicarnaso, pues de allí era Heródoto, no se limitó a contar batallas como Salamina, las Termópilas, Platea, Micala, Artemisio, etc.

No, el autor hizo un esfuerzo monumental en recoger las costumbres y formas de vivir de los pueblos que más o menos rodeaban a los griegos. Destaca, por ejemplo, el análisis que hace de la historia de Egipto, ya que el Rey de Persia, Cambises II, ataca a este país y se corona faraón.

Los escitas

Fueron un grupo iranio nómada que habitaron la estepa euroasiática, norte del mar Negro y el Sur del Cáucaso, más o menos. Digo más o menos, porque algunas fuentes asirias o chinas los ubican en el centro de Asia… así que… bueno, imaginad gente a caballo, que domina el arco y vive en una gran zona imprecisa entre Europa y Asia, grosso modo.

Arqueros escitas disparando con el arco, Kerch, Crimea, 475-450 a.C. (PHGCOM)

Heródoto (Historiae, I, 103-105), aprovechando que el Fasis pasa por la Cólquide, nos habla de los escitas, un grupo de los cuales decide atacar Asia tras expulsar de Europa a los cimerios y, persiguiéndolos, acaba en Media. Los escitas barrieron a los medos y tomaron Asia, pero lo que tiene ir a caballo es que cuesta frenar…

Así que continuaron bajando hasta llegar a Palestina, donde el Faraón Psamético I (dinastía XXVI), los soborna con regalos para que giren grupas y vuelvan por donde han venido.

Y aquí empieza nuestra historia como tal, en la ciudad de Ascalón.

Ascalón

Esta ciudad estaba situada en “la Siria”, según Heródoto, por lo que serían seguramente filisteos, quienes se enfrentarán a los reinos de Israel y Judá. Ascalón formaba, junto a Asdod, Gaza, Ecrón y Gat, la pentápolis filistea, un territorio en la costa del Levante mediterráneo que sería conquistada por Egipto, Asiria, Babilonia y, finalmente, por Alejandro Magno.

Mapa de Oriente hacia el siglo IX a.C. con los estados Filisteos (Qoan)

Pero en este momento, Ascalón es una ciudad que tiene un templo a Afrodita Urania que, según Heródoto, es el más antiguo de esta diosa, incluso lo imitarán en Chipre, igual que los Fenicios que hicieron uno igual en Citera, isla dedicada en entero a la diosa Afrodita, o Celestial tal vez sea la adaptación griega de Astarté.

Los escitas iban sin duda en busca de algún resort, así que la mayoría siguió adelante, pero a falta de un ocio bien estructurado, un grupo decidió que saquear este templo era un buen plan. Y no, porque los dioses no son muy partidarios de que saqueen sus templos… cuanta susceptibilidad, la verdad. De modo que maldijeron a este grupo con el mal de las mujeres:

“El que saquearon los escitas, pues, fue el de Ascalón, y la diosa, en venganza, les pegó la enfermedad de las mujeres. De ahí, explican los escitas, procede tal enfermedad, y no solo eso, sino que el que llega a Escitia puede comprobar el estado de estos enfermos, que ellos llaman Enareos.”

(Hdt. Hist. I.105.4)

El término griego que usa Heródoto (que, por cierto, usaba dialecto jonio) es Ἐνάρεας (enareas), que según las notas de Manuel Balasch, en su traducción de esta obra, sería la adaptación del iranio anarya, castración (Hdt. Hist., Traducción de Manuel Balasch, Cátedra, 2023, p 127, nota 190)

Por otro lado, enfermedad de las mujeres es la traducción de θήλεαν νοῦσον (thelean nuson), que tanto podría hacer referencia a la mujer como a algo tierno o delicado, dado que para Homero, anterior, ya toma ese significado la palabra θῆλυς (thelús) en la Odisea (5.467). En este enlace de la librería digital Perseus, podéis ver las definiciones y usos de esta palabra.

Y si nos quedáramos aquí, en el peor de los casos no sabríamos nada más sobre estos enáreos. Pero más adelante, en las mismas Historias, pero ya en el libro IV, 67, nos dice que entre los escitas hay muchos adivinos, quienes usan varas de mimbre para adivinar. Y además, están los enáreos o ANDRÓGINOS que “dicen que Afrodita les concedió el don de la profecía. En todo caso profetizan con cortezas de tilo; cortan la corteza en tres tiras que entrelazan en sus manos; dan el oráculo según como la corteza se desenvuelva entre sus dedos”.

Afrodita Urania, de Christian Griepenkerl, 1878 (James Steakley)

ἀνδρόγυνοι (adroginoi) es el término que utiliza en griego, según he encontrado. Entre las traducciones hay menciones como afeminados o hermafroditas, y siempre hay menciones a la homosexualidad… Hay quien lo argumenta con base en lo que mencionaba del significado de “delicado” o “tierno”. Sin embargo, literalmente dice andróginos y si no tuviéramos más datos, pues ahí habría que dejarlo.

Pero llega la medicina al rescate (o no).

Hipócrates y Sobre los aires, aguas y lugares

Hipócrates fue un médico de Cos, que vivió a finales del siglo V y principios del IV a.C. que tuvo gran prestigio. Seguro que os suena el “Juramento Hipocrático”. Pues ese y un buen puñado más forman parte del Corpus hipocrático, un conjunto de textos escritos en la antigüedad por sus aprendices que conforman todo un compendio de los saberes médicos de la época. Es posible que haya varias manos (y cabezas) detrás del conjunto de unos 50 libros distintos.

Retrato de Hipócrates, Museo Pushkin, Moscú (Shakko)

De entre ellos voy a hablaros de Sobre los aires, aguas y lugares, muy interesante porque relaciona las enfermedades con diversas causas ambientales. Ya no va a ser más que Afrodita o Apolo se enfaden, o sí, porque no se descarta, pero habrá una serie de factores naturales que van a provocar esas enfermedades, desde la dieta al hecho de montar a caballo, como veremos.

En este texto se recogen elementos geográficos que afectan a la salud, como el clima y la orientación, los vientos, el tipo de agua o la humedad ambiental. Esto lo relaciona con la teoría de los cuatro humores. Esta teoría relaciona cuatro humores con cuatro temperamentos:

  • sangre-sanguineo
  • flema-flemático
  • bilis amarilla-colérico
  • bilis negra-melancólico.
Teoría de los cuatro humores, grabado del siglo XVI, “Quinta Essentia” de Leonhart Thurneisser zum Thurn (desconocido)

En las ciudades expuestas a los vientos del sur, más cálidos, las personas tienen la cabeza húmeda y un carácter flemático, tienen aspecto flojo y padecen problemas intestinales, hay disentería y diarreas, las mujeres son débiles y muchas estériles, con muchos abortos, y los niños sufren epilepsia. En cambio, donde soplan los vientos del norte, más fríos, las cabezas son sanas y duras, pero son mayormente biliosos o coléricos, las mujeres también son estériles (que fijación), el carácter es salvaje y sus enfermedades son bastante agudas.

Las ciudades con orientación este son geniales, con mujeres fértiles y pocas enfermedades. Las orientadas al oeste provocan enfermedades y las personas son débiles. Podemos suponer que las mujeres son estériles… para variar.

En los capítulos 17 a 22 nos va a hablar de los escitas y la esterilidad de sus hombres y mujeres. En serio, qué obsesión.

De los escitas nos dice que sus mujeres montan a caballo mientras son vírgenes. Dado que es lo primero que nos dice de ellos, podemos suponer que es pintoresco, o malo, directamente. Luego nos habla de sus costumbres matrimoniales y que se queman el pecho para mejorar el tiro con el arco.

Inciso, esto hace referencia a la teoría de frío-caliente/húmedo-seco. Cálido y seco es bien, es masculino y significa salud y fuerza, lo de frío y húmedo es para las mujeres y, por tanto, es débil.

Y ya pasa a hablarnos del frío y como este, que afecta a estos escitas, provoca problemas de salud e infertilidad, evidentemente.

La salud de los escitas

Pues bien, Hipócrates, o quien escribiera el libro, nos cuenta que la zona donde viven está al norte. Allí sopla el Boreas, un viento septentrional, frío y húmedo por la nieve, a lo que se suma el poco sol que hay, ya que llega solo hacia el solsticio. Los vientos cálidos no llegan y, si lo hacen, son débiles. Además, siempre hay niebla, por lo que siempre es invierno… en serio, cualquiera diría que está al límite del mundo habitable o en Reino Unido, que para el caso…

Como el clima es así de regular, las estaciones se parecen y las personas también. No contento con soltar eso, insiste en que, además:

  • Siempre comen lo mismo.
  • Visten la misma ropa en invierno y verano.
  • Respiran un aire húmedo y denso.
  • Beben aguas que vienen de la nieve y del hielo.
  • Por evitar la fatiga.

Todo ello hace que sean parecidos y estén fatigados, ya que en un clima sin cambios violentos “no es posible que el cuerpo y el espíritu soporten las fatigas”.

Tal cual.

Y, aparte del evidente invent que plantea, ¿qué quiere decir esto?

Pues que los habitantes de la región son:

  • De aspecto físico grueso, húmedo y flojo.
  • Su cavidad intestinal es la más húmeda de cuantas existen, ya que no se puede secar dadas las circunstancias.
  • Tienen un cuerpo graso y sin pelo.
  • Los hombres se parecen entre sí y las mujeres también.

Vamos “los escitas son todos iguales” porque “cuando las estaciones son parecidas, no se producen ni destrucción ni deterioro en la coagulación del semen, de no ser en caso de alguna necesidad forzosa o enfermedad”… En cuanto al semen, bueno, pensad que para los hipocráticos el semen se formaba en todo el cuerpo, por lo que volverá a salir. ¿Y qué hemos dicho de la humedad? Pues que es mala porque da flojera, así que para compensar, se cauterizan a sí mismos. Si no, no podrían usar el arco.

Los escitas, además, si no van a caballo, van en carro, no caminan, lo que sabemos que es malo, en eso acertó. Y por alguna razón le molesta que sean pernituertos.

Y aquí viene el temazo, la fertilidad.

La fertilidad y los anarieos

Y es que, claro, semejantes despojos, pues no pueden ser demasiado prolíficos.

Dada la humedad, blandura y frigidez del vientre del hombre, este no tiene deseo de relaciones carnales. A esto se suma el meneo de ir en caballo, que les deja débiles para el tema sexual en cuestión.

En las mujeres genera infertilidad, evidentemente. Como son de carnes grasas y húmedas, su matriz no pueden retener el semen, la menstruación viene tarde, mal y nunca. Además, esa matriz, que no puede retener el semen, está cerrada en su acceso y como resultado de la grasa no recibe el semen. Hay que ver qué complicación, no se queda dentro pero tampoco entra. Pero es que además, las mujeres son indolentes y gordas y su vientre es frío y blando.

Ahora bien, con las mujeres escitas pasa al contrario que con los animales en cautividad, porque las esclavas se quedan embarazadas “tan pronto como se juntan con un varón […] en virtud de sus fatigas y sus carnes enjutas”. Es tan fácil como explotarlas, alguna paliza puntual y que no coman para que se queden embarazadas. Todo muy…“nostálgico”

Pero claro, que además, estos escitas que no tienen ganas de sexo por ir a caballo, ser húmedos y grasos, además tienen impotencia. Sí, sí, además eso. Cualquiera se preguntaría cómo pudieron sobrevivir como pueblo casi un milenio.

El caso es que estos que son impotentes son llamados anarieos, que vendría de anarieis, afeminados, no belicosos, dado que es an- (negación) y Ares (dios de la guerra o la guerra en sí). Otros autores creen que sería anandrieis, no varoniles, de an- y andros (hombre, varón). En cualquier caso sigue hablando de ellos diciendo que hacen trabajos femeninos y hablan “lo mismo que las mujeres”. Aquí no queda claro si es que hablan del mismo modo, por ejemplo con una voz más aguda, o bien usan alguna forma de hablar femenina o incluso si se refieren a sí mismas en femenino.

El autor dice que le echan la culpa a la divinidad, que los veneran y se arrodillan entre ellos, temiendo “cada uno por su persona”. Hipócrates dice que de divinidades nada. Que la culpa es de ir a caballo, que les da dolores articulares por llevar los pies colgando, se quedan cojos y con úlceras en las caderas, así que enferman. Para curarse, cortan unas venas detrás de las orejas, una vez sangrados les da sueño, se duermen y al despertar unos se han curado y otros no. Pero esta curación destruye el semen, porque patata. Literalmente no nos da el porqué, solo que hay unas venas en las orejas que una vez cortadas, se quedan estériles.

Así que cuando van al tema, no hay manera, “es la primera vez que me pasa, te lo juro”. Y cuando ya ha pasado muchas veces, se frustran y piensan que han ofendido a los dioses, así que se visten de mujeres y se acusan de falta de virilidad, y se comportan y actúan como ellas.

Esto, curiosamente, les pasa a los escitas ricos. Sin duda son los que más van a caballo según él. Este argumento, bastante peregrino, vale para decir que los dioses no pueden tener nada que ver. Cómo son ricos, seguro que hacen mejores ofrendas y así, ¿cómo se enfadarán los dioses con ellos? Luego una digresión sobre montar a caballo y los dolores articulares, la falta de apetito sexual y a otro tema.

Es evidente que los enareos y los anarieos deben ser el mismo grupo, pero ¿quiénes son?

Intersexualidad, transexualidad y otras teorías

Son muchas las teorías en torno a quiénes eran estos enareos/anarieos y a qué se refieren Heródoto e Hipócrates. Pero nunca hemos de olvidar una cosa, es muy probable que ambos hablaran desde el prejuicio y no hubieran visto en su vida una de estas personas.

Joggapa del Sur de la India, transexuales conectados con la diosa Yellamma, habitualmente bailarinas y, quizá, prostitutas (Deepa Chandran2014)

Es decir, puede que asumieran historias que les llegaron o incluso que tradujeran mal determinadas palabras de estos pueblos. También es posible que fuera una forma de significar su extrañeza. Eran bárbaros y, como tal, hacían cosas de bárbaros. Por ejemplo, vestir a mujeres de hombres para ir a caballo y guerrear (mal) o vestir a hombres de mujeres y que hicieran sus labores (muy mal). La construcción del género en Grecia es otro factor importante en este sentido, pero no podemos detenernos aquí. Si os interesa el tema, hay un libro que profundiza en ello, Las experiencias de Tiresias (lo masculino y lo femenino en la antigua Grecia), de Nicole Loraux (enlace).

Entonces, al margen de las posibles cuestiones de interpretación de los autores, ¿qué posibles explicaciones hay?

Stephanie West tiene un artículo donde cuenta un poco (bastante) sobre Hipócrates y los escitas. En él dice que para Karl Meuli serían Chamanes travestidos, mientras que Elinor Lieber defiende que habrían sufrido hemocromatosis. Esta enfermedad provoca que se acumule hierro y en este caso habría afectado más a los hombres. Según la enciclopedia Medline, incluye entre sus síntomas:

  • Dolor abdominal
  • Fatiga, falta de energía, debilidad
  • Oscurecimiento generalizado de la piel (a menudo denominado como bronceado)
  • Dolor articular
  • Pérdida del vello corporal
  • Pérdida del deseo sexual
  • Pérdida de peso

La autora, sin embargo, parece apoyar más la visión de que se refiere a un constructo social, ya que no son pocos los casos en que se relaciona la ambigüedad sexual con las funciones religiosas. En este caso tenemos ejemplos como las Berdaches, los dos almas o los Winkte de los nativos norteamericanos, las Hijras indias, las muxe zapotecas o los apwint birmanos o, posiblemente, los sacerdotes Gala en Sumer.

Hijra bengalí y sus acompañantes, ca. 1860 (desconocido)
Bandera del colectivo de los dos espíritus (Dragon401k), término adaptado del ojibwa niizh manidoowag, desde la década de los 90 este grupo ha ido recuperando su espacio en la historia de los pueblos nativos norteamericanos dado que aparecen en más de 70 tribus distintas. Aquí la web de la Indian Health service donde hablan de este colectivo, su historia, nombres, tribus donde aparecen, etc. A título de curiosidad, hay que ver que en la misma web, el colectivo transgénero tiene su propio espacio diferenciado (enlace)

Es cierto que la transgresión de género está a menudo vinculada a la liminalidad del papel de un adivino entre mortales y dioses, pero explicar a los enareos como travestis ignora el énfasis que Heródoto pone en la fisicalidad en su relato” esto es lo que nos dice Rachel Hart en (N)either Men (n)or Women? The Failure of Western Binary Systems. En el mismo nos cuenta que, según ella cree, cuando Heródoto hace referencia a la “enfermedad” es porque es algo que no se puede categorizar dentro del sistema de género binario occidental moderno, mucho menos el sistema de la época en que fue escrito.

La misma autora dice que quizá se identificaban como intersexuales o quizá transexuales. Esto sería así dado que, en realidad, un sistema de género menos rígido ya tiene sus antecedentes, como la tradición rabínica, con hasta seis géneros potenciales. Entre estos está el andrógino, en los límites de la normatividad.

Dicho esto, podemos seguir, por ejemplo, la opinión de Zhumd, que dice que estos enareos o anarieos eran una especie de sacerdotes dedicados al culto a Afrodita, que habrían aprendido en Ascalón de sus homólogos eunucos de la diosa Ishtar. O quizá eran Chamanes que practicaban rituales extáticos como afirma Meuli. O bien podemos creer que hay alguna afección fisiológica de algún tipo, como sostiene Elinor Lieber o quizá, como cree Rachel Hart, sean simplemente mujeres transexuales. Puede incluso que sea una deformación de informaciones recibidas por los autores.

Lo que sí está claro es que para los escitas, fueran lo que fueran, habían sido tocados por la divinidad y que, de algún modo, han pasado a la historia, aunque sean desconocidos para la gran mayoría. Es hora de ponerlos o ponerlas en el lugar que les corresponde dentro de la historia del colectivo trans, siempre siendo conscientes de lo lejos que estamos de saber quienes fueron.

Foto de las protestas contra la violencia hacia las personas Transexuales en Whitehall, Londres, 21 de enero de 2023 (Garry Knight)

Referencias

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  • Martínez Lacy, R.(2004) Historiadores e historiografía de la antigüedad clásica. Fondo de Cultura Económica. ISBN 9681672305
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  • Zapata Mesa, J. F. (2009). Del mito al logos y el origen del concepto de physis. Katharsis: Revista de Ciencias Sociales, (8), 111-132.

Webs de interés

  • Artículo en National Geographic sobre la historia de las personas transgénero: enlace
  • Entrada en Indian Health service sobre las personas “dos Espíritus”: enlace
  • Asociación Española de Transexuales: enlace

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